TERAPIA DE SONIDO
El poder terapéutico desu (verBLOG) ha sido una parte integral de la civilización humana desde los albores de los tiempos.
Los descubrimientos de la física cuántica del siglo XXI han demostrado que el mundo es ante todo vibratorio.
Todo lo que sentimos, vemos y tocamos es pura energía vibrando según las leyes de la creación.
De este poder curativo del sonido nació una disciplina en el campo de la medicina holística: la terapia del sonido.
Esta terapia de sanación sonora tiene la particularidad de actuar sobre el desarrollo emocional y social, el funcionamiento cognitivo y motor, así como sobre la salud psicológica.
Esta terapia se denomina "holística" porque considera al individuo como un todo cuerpo-mente.
El sonido vibratorio actúa sobre los órganos (físico, emocional, mental) del paciente para mejorar su salud y bienestar.Las vibraciones viajan a través del cuerpo, participando así en la armonización de la circulación energética.
La frecuencia del sonido se sincroniza con las ondas cerebrales, lo que promueve la relajación y el bienestar del cuerpo.
Además, el sonido vibracional tiene un poderoso impacto en las moléculas de agua y las células del cuerpo humano.
El agua es un excelente conductor de vibraciones sonoras y el cuerpo humano está compuesto por un 75% de ella.
Principios de la terapia de sonido
El principio básico de la curación con sonido es el concepto de resonancia (la frecuencia vibratoria de un objeto).
Todo el Universo está en estado de vibración. Esto incluye a los seres humanos. Cada órgano, célula, hueso, tejido y fluido del cuerpo, así como los campos electromagnéticos que rodean el cuerpo, tienen una frecuencia vibratoria.
Si no estamos en resonancia con una parte de nosotros mismos o de nuestro entorno, nos volvemos disonantes, nuestra frecuencia naturalmente armoniosa se convierte en una frecuencia que vibra fuera de armonía, creando así la enfermedad. El sonido se mide en términos de frecuencia o Hertz (Hz).
La sanación con sonido es la aplicación de frecuencias curativas a los campos de energía física y sutil alrededor del cuerpo. Estas frecuencias y sonidos terapéuticos se entregan a través de sesiones de terapia de sonido en vivo, voz, canto armónico.
Hay una variedad de herramientas de sanación con sonido, como diapasones, cuencos tibetanos, cuencos de cristal, tambores, gong, ngoni, didgeridoo, flautas, etc.
¿Qué es el fenómeno de resonancia?
Un objeto puede comenzar a resonar, a vibrar, cuando es tocado por un sonido que está de acuerdo con él.
Por ejemplo, cuando golpeas una cuerda de piano, otras cuerdas comienzan a vibrar, o cuando las ventanas vibran cuando pasa un avión, o cuando estás en un automóvil, en un momento determinado al aumentar la velocidad, un objeto comienza a vibrar y produce un sonido... Todos estos son fenómenos de resonancia.
Lo que es cierto para las cuerdas del piano también lo es para el cuerpo. Los tejidos, los órganos, las células, el cerebro comienzan a vibrar cuando son tocados por sonidos cuya frecuencia está de acuerdo con ellos.
Nuestro cerebro está formado por neuronas que intercambian información constantemente, creando así corrientes eléctricas débiles, llamadas “ondas cerebrales”, que se pueden medir mediante un encefalograma.
El ritmo de estas ondas cerebrales varía según nuestra actividad: despertar, aprender, relajarse, dormir ligero o profundamente…
Los diferentes tipos de ondas cerebrales se miden en ciclos/sy se clasifican y representan con letras del alfabeto griego: alfa, beta, theta y delta.
El ritmo beta
Este es el ciclo del pleno despertar, cuando nuestros ojos están abiertos, actuamos. Corresponde a frecuencias superiores a 12 Hz (en general, siempre < 45 Hz). Es más o menos importante según la actividad y el estado de estrés.
El ritmo alfa
Aparece cuando tenemos los ojos cerrados, cuando adoptamos una posición cómoda, tumbados por ejemplo. Las ondas cerebrales se ralentizan y nuestro cerebro opera en frecuencias entre 8,5 y 12 Hz.
Las ondas alfa caracterizan un estado de conciencia pacífica y relajación profunda, sin dejar de ser consciente del entorno y capaz de pensar.
A este ritmo, los dos hemisferios del cerebro funcionan en perfecta armonía.
ritmo theta
Aparece cuando la actividad cerebral se ralentiza aún más y llegamos a una zona que oscila entre los 4,5 y los 8 Hz.
Este ritmo corresponde a la fase de sueño ligero, ciertos estados de somnolencia, hipnosis o meditación profunda.
El Ritmo Delta
El último en el ciclo de funcionamiento de nuestro cerebro, corresponde a la zona inconsciente, sueño muy profundo, alrededor de 4 ciclos/s. Abajo, estamos en coma.
Beneficios y uso de los tazones
Los cuencos tibetanos no están afinados como la mayoría de los instrumentos musicales, tienen propiedades acústicas muy específicas, vibran naturalmente y resuenan fácilmente con los seres vivos.
Los armónicos naturales de una nota vienen dados por la frecuencia múltiple de la fundamental, es decir que si, por ejemplo, pulsamos la tecla Do de nuestro piano, escucharemos, además del Do, pero también sus armónicos, las notas que vibran en resonancia, el do de la octava superior, un sol, un mi...
Los cuencos vibran a frecuencias sonoras que actúan sobre todo nuestro cuerpo, algo del orden de lo sutil que juega sobre los niveles de hormonas, disminuye el nivel de cortisol (relacionado con el estrés) y estimula el de melatonina (relacionado con la relajación) y que permitir que el cerebro resuene rápidamente en ondas alfa.
En pocos minutos, las frecuencias sonoras de los cuencos, su sonido en espiral y multidimensional, su resonancia con nuestro cuerpo que envuelven, conducen a una relajación profunda, ralentizan el ritmo cardíaco y la presión arterial, permitiendo acceder rápidamente a un estado de relajación. tanto física como mentalmente y aportar una mejor receptividad a la sesión proporcionada, sea la que sea, reflexología podal u otra...
El uso de cuencos permite acompañar eficazmente cualquier sesión terapéutica.
La sonoterapia también se utiliza para tratar trastornos del sueño y de la concentración, ya ha demostrado su eficacia en servicios de despertar del coma, en psiquiatría, con niños autistas, con personas que padecen la enfermedad de Alzheimer, etc.
También utilizados mucho como acompañamiento de la meditación, los cuencos tibetanos, en personas receptivas, pueden abrir un sentimiento de estar conectados con un "gran todo", la terapia de sonido actúa como un diapasón que nos sincroniza con nuestra verdadera naturaleza.
“La unidad del alma del universo radica en una concordancia musical, la combinación armoniosa de los sonidos nos hace conscientes de nuestra propia unidad, del orden interior que nos rige.
La música permite que el alma humana entre en una relación armoniosa con el alma del universo.
La Boèce, filósofo del siglo XII.